El bombo de cuerda más grande del mundo, Lo Gaspatxer, volvió a estar anoche en el centro de la plaza de la Iglesia de Alcalà de Xivert para presidir, de forma simbólica, la Perkumascletà, un peculiar encuentro de formaciones de bombo y tambor en el que el sonido de los instrumentos se acompaña de los fuegos artificiales y del toque del emblemático campanario de la localidad.

La entidad organizadora, el grupo El Repiquet, volvió a demostrar su capacidad de convocatoria, congregando a más de 500 intérpretes. Su presidente, José Ramón Pitarch, indicó que llegaron «más de 20 cofradías procedentes de todos los puntos de la provincia, e incluso de la localidad valenciana de Sagunto».

El encuentro comenzó en el inicio de la calle General Cucala, para proceder al desfile de los participantes, que recorrieron el centro histórico. Una vez en la plaza del templo parroquial, se hizo el saludo por parte de los anfitriones y arrancó el toque conjunto, que cada año sirve para anunciar la llegada de la Cuaresma y la inminencia de la Semana Santa.

Tras el estallido de la percusión, las autoridades locales y representantes de El Repiquet procedieron a la entrega de detalles conmemorativos, al reparto de chocolate entre los invitados y la interpretación de los toques individuales. La Perkumascletà nació de forma paralela al estreno del bombo gigante, «un atractivo turístico más del municipio, que se puede visitar de manera permanente en el interior de la iglesia y que solo sale a la calle este día y también en Viernes Santo, con la representación de la Passió per la Trencà», comentó Pitarch.

Cientos de personas, tanto del núcleo de Alcalà como de Alcossebre, se acercaron para ver este espectáculo, que se ha consolidado dentro del circuito provincial de encuentros de bandas vinculadas a la Semana Santa. Además, ayer por la tarde también se celebró la Carrera de la Dona, cuya recaudación irá destinada a la Asociación contra el Cáncer local.