Una fundación pública será la encargada de gestionar y asegurar el futuro del castillo de la Todolella, datado en el siglo XIII. Un inmueble que, a día de hoy, es de propiedad privada. Su dueño es el actual alcalde del municipio, Ricardo Miravet.

El monumento emblema de la localidad, uno de los más significativos de Els Ports, se reconvirtió en mitad del siglo XX en una granja de pollos, por las dificultades económicas de la España de la posguerra. Miravet y su mujer, Livia, lo adquirieron en 1966 por 450.000 pesetas de la época, “a costa de duros sacrificios”. La pareja lo limpió y rehabilitó en una tarea que duró décadas, para convertirlo en su hogar.

“Lo restauramos por amor y con mucha ilusión, era un horror cuando lo compramos, invertimos nuestro dinero en adecentarlo”, explica emocionado el primer edil todolellano. En ningún momento han tenido pensado venderlo, aunque “nos han ofrecido hasta tres millones, pero nuestro deseo es que sea público”.

Tras meditarlo, han decidido donarlo a los vecinos, “al no tener hijos, queremos que sea del pueblo, por lo que impulsaremos una fundación que llevará nuestro nombre, con la condición de que se conserve siempre y no vuelva a tener uso comercial, ni una granja, ni una casa rural, ni nada semejante”, señaló Miravet.

La entidad que regirá el futuro del castillo se pondrá en marcha en septiembre, “lo conformarán intelectuales y amigos míos de la comarca, instituciones, así como la persona que sea alcalde de la Todolella y el párroco”, indicó.

Entre las mismas, estarán el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el técnico de Patrimonio, Arturo Zaragozá, así como otras personalidades, con el fin de dinamizar y revitalizar culturamente el histórico edificio.

Una de las primeras decisiones para abrirlo a la ciudadanía será habilitar la biblioteca que tiene la fortaleza, que cuenta con unos 6.000 volúmenes, que se podrán consultar por quien quiera. H