La presencia de jabalís pone en jaque la seguridad de la CV-149, que conecta Castelló con Benicàssim.Algunos conductores denuncian choques con sus vehículos con estos animales mientras circulaban, en concreto, por un tramo de este vial en el término municipal de Benicàssim, en el que la velocidad está restringida a 80.

Según explicó una de las afectadas a Mediterráneo, hace unos días iba con su marido en el coche, de noche, con dirección a la capital de la Plana, cuando vieron cruzar, de repente, «a una manada de unos 10 ejemplares, no muy grandes, del tamaño de una oveja». «Afortunadamente no nos pasó nada, porque no íbamos rápido, pero le dimos a uno. Volvimos para ver cómo estaba y parece que pudo pasar, porque no se hallaba en la calzada», relató. «Aunque sí vimos que al otro lado de la vía había uno muerto en el arcén, o sea, que otra persona debió de impactar con otro», dijo la afectada, que añadió: «Si el accidente se hubiera producido con una moto habría sido grave».

La CV-149 es una carretera de competencia autonómica. Desde el Ayuntamiento benicense, el portavoz, Carlos Díaz, reconoció que son conocedores de este tipo de incidentes y manifestó la importancia de que se tomen medidas al respecto, ya que «es un problema relevante de seguridad vial». «Lo ideal sería que estudien cuáles son las sendas o caminos que usan los animales, siguiendo las huellas, dado que suelen ser de costumbres, y que se protejan con vallado las zonas por las que acceden a la carretera», sugirió.

El edil indicó que hay varias tajeas a lo largo de los tramos, una a la altura de la Torre Baró y otra donde está el barranco de la Parreta. «Si estos mamíferos tienen que cruzar que lo hagan por zonas habilitadas para que no interfieran en el tráfico», declaró.

COMPORTAMIENTO / Los jabalís suelen bajar desde el Desert de les Palmes en Benicàssim, pasar por urbanizaciones como la Parreta, Montornés y Las Palmas, y cruzar la CV-149, la AP-7 u otros caminos como la Ratlla o el Serradal, tal y como han manifestado otros conductores afectados a este periódico. Al parecer, bajan desde la montaña a estos emplazamientos, próximos al humedal y el Cuadro de Santiago, en busca de agua para beber y comida.