El Ayuntamiento de Almassora arrancará el plan especial de la Vila en 2018, con la peatonalización de la calle San Joaquín, arteria principal del casco antiguo y una de las vías que soporta mayor tráfico dentro de este entramado. Es por ello que el equipo de gobierno destina 18.000 euros para que gabinetes externos de arquitectura presenten sus proyectos, que tendrán que consensuar con los residentes.

La recuperación del barrio forma parte de la estrategia que el consistorio presentó a la Unión Europea para solicitar las ayudas de los fondos Feder. Se cuenta con el visto bueno de Bruselas para actuar, aunque las posibilidades de este vial han llevado al área de Urbanismo a reunir diferentes soluciones prácticas antes de decidir los cambios en el corazón del núcleo antiguo.

El cierre al tráfico del tramo que conecta el Raval de la Trinidad con la iglesia de la Natividad será el primer paso de una actuación más ambiciosa para priorizar al peatón frente al tráfico. «Cualquier intervención tiene que contar con el apoyo del vecindario, que es el principal interesado», señaló la concejala del ramo, Carmina Martinavarro.