El Ayuntamiento de Almassora bloqueará por tercera vez en menos de dos años la subida del 5% de los valores catastrales planteada por el Ministerio de Hacienda y que, de aplicarse, podría suponer el incremento de las cantidades a pagar por los ciudadanos a través del recibo del IBI.

Según explica la alcaldesa, Susanna Nicolau, la iniciativa del Estado afectaría directamente a los padrones de los suelos urbanos, rústicos e industriales por los que «los ciudadanos ya pagan suficientes impuestos». Y añade que «la carga fiscal de los contribuyentes, que cada año hacen frente a numerosos tributos, no puede aumentarse más todavía mientras la situación económica de las familias no mejore».

RESPUESTA

A pesar de que el plazo otorgado por el catastro para que la administración local se pronuncie respecto al incremento del impuesto finaliza el próximo 31 de mayo, el equipo de gobierno ya ha resuelto que su respuesta será negativa. Será el tercer bloqueo que el consistorio ejerce al encarecimiento de los valores de las propiedades --y previsiblemente del IBI-- tras los intentos del Ministerio en julio del 2015 y en mayo del 2016.

Con las cifras actuales sobre la mesa, la previsión de ingresos para el ejercicio 2017 tras el cobro de los impuestos derivados de los bienes de naturaleza urbana será de 6,75 millones de euros, mientras que los procedentes de suelo rústico se reducen a 59.100 euros. Además, la administración local aplica desde el pasado ejercicio una rebaja del 3% a los residentes que optan por domiciliar el pago de estos tributos.

El Ayuntamiento de Almassora ha puesto en marcha un sistema de encuestas en el que plantean medidas como la implantación de una bonificación del 5% en el pago de impuestos si se dispone de domiciliación de recibos.