El Ayuntamiento de Almassora cerrará al tráfico la Vila para atender la demanda vecinal, que los residentes trasladaron ayer al equipo de gobierno en el Dia del Veí celebrado en la plaza de la Picaora. La alcaldesa, Merche Galí, confirmó que el proyecto de reforma comenzará en la calle San Joaquín, si bien todo el casco antiguo quedará vetado a la circulación antes de que concluyan las obras de peatonalización.

La munícipe explicó a los asistentes que los técnicos municipales ya trabajan en la búsqueda de solares para reservar aparcamiento en las inmediaciones de la Vila. «Habilitaremos espacios exteriores para estacionar cerca del casco antiguo, de manera que la pérdida de plazas de aparcamiento dentro del barrio no suponga un problema para los residentes, que podrán dejar los vehículos en zonas cercanas», señaló.

La intención es que la remodelación arranque este año, después de que el gabinete local de arquitectos, que diseña la remodelación, presente las alternativas al equipo de gobierno y al vecindario. Este servicio de asistencia técnica tiene un presupuesto de 11.858 euros para diseñar la reforma de 2.400 metros cuadrados del casco antiguo atendiendo a las claves del plan de la Vila.

En este sentido, los asistentes a la cuarta edición del Dia del Veí se mostraron preocupados por la alta velocidad que registran las calles principales de este distrito, sobre todo San Joaquín, San Vicente y Darremur, y solicitaron una reforma que permita acabar con el riesgo para los transeúntes. El plan de la Vila, incluido en los fondos de la Edusi, recoge su petición de peatonalizar el barrio, una reforma que se hará por fases para evitar problemas.