L a concejala de Educación de Almassora, Raquel Barberà, visitó ayer los diferentes edificios públicos disponibles para garantizar la presencialidad en el nuevo curso escolar. La distancia de seguridad entre el alumnado y el resto de disposiciones de la Generalitat para evitar contagios por coronavirus han llevado a la edila a reunirse con la inspectora de la Conselleria de Educación y valorar alternativas como sedes docentes.

El director del centro, Víctor Bagán, también participó en la visita a unas dependencias que en la actualidad están sin uso. El Ayuntamiento se muestra favorable de adaptarlas a las necesidades de estudiantes y profesorado.

La cercanía al instituto, el espacio, la luz natural y la disponibilidad de aseos son las características que valoró la inspectora como positivas para ampliar aulas y garantizar así todas las medidas de seguridad cara al nuevo curso.

Posteriormente, estuvieron en el centro Cervantes de Formación Profesional para ofrecer sitios con la intención de evitar clases entre grupos grandes en aulas reducidas. En este caso, Barberà enseñó las instalaciones ubicadas en la Vila, junto al centro, que significarían desplazamientos cortos.