A falta de terminar de cuadrar el presupuesto de Almassora para el próximo año -ultiman la dotación de las partidas para aprobarlo en el mes de diciembre-, hay una inversión que ya es segura e inamovible dentro de las futuras cuentas municipales. Y es la compra de los terrenos en la playa para alzar la pantalla verde, que permitirá reducir hasta un 90% el impacto ambiental, tanto visual como sonoro, del polígono industrial del Serrallo en la zona residencial próxima a las empresas.

Para ello, el Ayuntamiento destinará un total de 500.000 euros en el 2021 (434.783 de fondos propios y 65.217 de Europa) con el objetivo de poner en marcha la adquisición de las más de 80 fincas que ocupará la barrera natural vegetal en el distrito marítimo.

Fuentes municipales adelantan a Mediterráneo que el objetivo del consistorio es comprar los terrenos tratando de llegar siempre a un acuerdo con los propietarios, de modo que recurrirán a la expropiación como última opción en caso de que el dueño de las parcelas se niegue a vender.

Acelerar el desarrollo del proyecto

Una adquisición de superficies que el Ayuntamiento efectuará en bloque, de forma conjunta y no individual, lo que permitirá a los técnicos prever la ejecución del proyecto de forma secuencial, con un sentido, y acelerar su desarrollo.

Antes de la compra como tal de los terrenos, que se alargará presumiblemente hasta el 2022 para acabar de conseguir los huertos que queden, el equipo de gobierno empezará a entablar conversaciones con los propietarios, realizar la tasación pormenorizada y abrir el expediente de adquisición durante el próximo ejercicio.

Uso de un dron para identificar las fincas

No obstante, para llegar a esta postrera etapa, previamente tuvieron que identificar las más de 80 propiedades afectadas por la futura plantación de arbolado. Una localización que acabó en el mes de enero de este año y que fue posible gracias a la utilización de un dron, que sobrevoló la superficie y permitió topografiar la franja de terrenos en la que construirán el parque público que separará el polígono petroquímico de la zona de viviendas.

Aunque aún quedan incógnitas encima de la mesa en torno a esta propuesta, como por dónde empezarán a ejecutar la pantalla o cuánto vale cada finca en este momento, lo que sí está claro es que con esta potente inyección económica que incluirá el presupuesto venidero, el proyecto cogerá ahora más fuerza y velocidad que nunca, después de que en las cuentas de este 2020 solo destinaran 17.000 euros para avanzar en la creación del muro verde.