Las obras para rehabilitar la futura sede de la Policía Local de Almassora ya tienen presupuesto. El Ayuntamiento invertirá, en dos fases, un total de 600.000 euros para reformar y ampliar el antiguo laboratorio de Control de Calidad de la Edificación, que está ubicado en la calle Industria --en el polígono Mijares, enfrente de la nave de Osumar--, con el objetivo de que las acondicionadas instalaciones sean una realidad en el 2022.

De hecho, las cuentas municipales del año que viene, que aprobaron en el pleno del pasado lunes y que superan por primera vez los 35 millones (35.161.135,36 euros para ser exactos), incluyen una partida de 300.000 euros para empezar los trabajos en el inmueble actualmente en desuso. La previsión es repetir esa inversión en el 2022 durante la segunda fase del proyecto, que contará con una subvención de la Generalitat.

El edificio tiene actualmente 398,30 m², pero realizarán una ampliación en la fachada posterior de 245,46 m², de modo que la extensión global de superficie construida llegará a los 643,76 m².

Distribución de estancias

La próxima casa para los agentes de Almassora constará de un espacio central destinado a diversos usos (formación, reunión…), que estará rodeado por una serie de despachos que recaerán en las dos fachadas longitudinales. Será en el edificio principal donde ubiquen el acceso al público, así como la sala de control y la sala de operaciones, según adelantan fuentes municipales a Mediterráneo.

Mientras, en la fachada posterior, la ampliación que acometerán albergará los vestuarios de la policía, con un patio central que iluminará y ventilará la sala central de la construcción existente. En la zona de unión entre ambas edificaciones situarán el acceso del personal desde el aparcamiento del interior de la parcela.

El traslado de los más de 50 efectivos de la plantilla de la Policía Local, cuya actual base de operaciones está en la planta baja del ayuntamiento, a este lugar estratégico a la entrada del municipio permitirá mejorar y facilitar el acceso a la flota de vehículos con los que cuenta, ya que hasta ahora tienen que estacionar los coches y motos en plena calle al no disponer de un aparcamiento interior.

Como ya explicó el comisario jefe, Roberto Verdoy, además de la mejora en espacio y capacidad para el cuerpo, esta nueva ubicación permitirá una actuación más rápida a los agentes --tendrán al lado una gasolinera y la estación les quedará a escasos metros-- y facilitará la movilidad a los vecinos que tengan que desplazarse a hacer alguna consulta al estar situados en las afueras y no en pleno centro.

Edificio sin uso desde el 2012

El primer paso para materializar el traslado del retén policial tuvo lugar en octubre del año pasado, cuando la Generalitat cedió el edificio, que pertenecía a la dirección general de Vivienda y Rehabilitación, al Ayuntamiento. El inmueble, construido en 1977, lleva actualmente en desuso desde el 2012.

Antes de estar en manos del Consell, el antaño laboratorio de la calle Industria formó parte de la red INCE del Instituto Nacional para la Calidad de la Edificación del Ministerio de Fomento.