El Ayuntamiento de Almassora estudia construir un centro de día para mayores en el solar resultante del derribo del Grupo B, previsto para el mes de julio. Según los datos que barajan los Servicios Sociales municipales, el 90% de los usuarios serían enfermos de alzhéimer, dado que se trata de la demencia más frecuente entre los mayores de edad.

Esa es la opción mejor valorada por el equipo de gobierno tras el reciente acuerdo con la Conselleria de Vivienda para el derribo del edificio 167 de la avenida José Ortiz, que no supondrá levantar de viviendas de VPO en esa ni en otras zonas del municipio.

La alcaldesa, Merche Galí, destaca la necesidad de este tipo de instalaciones ante la falta de plazas para la atención de ancianos dependientes. El centro de día de la residencia municipal de la tercera edad de Almassora cuenta en la actualidad con 15 plazas, «a las que se suman las de la residencia de María Rosa Molas, pero que son insuficientes en el conjunto de la ciudad para ayudar a una franja de población que envejece y necesita de cuidados».

REGULACIÓN // Tal y como recomiendan los Servicios Sociales, la infraestructura en análisis daría cobertura a enfermos de alzhéimer y ampliaría la oferta que, en la actualidad, atiende la unidad de respiro. No en vano, la orden de 4 de febrero del 2005 de la Conselleria de Bienestar Social que regula el funcionamiento de estos espacios reconoce como usuarios a las personas mayores de 60 años con problemas de dependencia que presenten enfermedades crónicas o pluripatología, con limitación de su autonomía y que requieran una atención sociosanitaria especializada, supervisión médica, cuidados de enfermería o rehabilitación, que no se puedan ofrecer adecuadamente en su propio domicilio.

«Se trata de dar un servicio de día para que los familiares de enfermos puedan compatibilizar los cuidados de esas personas con sus rutinas laborales u otras obligaciones diarias», indicó Galí.

La misma norma autonómica cifra en 100 el límite de plazas disponibles y reconoce la obligatoriedad de garantizar el transporte adaptado a los usuarios, además de ofrecerles el servicio de comedor, sala de tratamientos y cura y sala de rehabilitación, entre otras prestaciones para mantener sus aptitudes.