El Ayuntamiento de Almassora prevé invertir este año 50.000 euros en las obras de reforma del paseo Vora Riu. Los servicios técnicos han diseñado un proyecto que se ejecutará por fases para dignificar el entorno de la desembocadura y garantizar la accesibilidad de todas las personas. El documento incluye 1.500 m2 de vial peatonal pavimentado, 10.000 m2 de jardinería autóctona y tres zonas de sombra.

La alcaldesa, Merche Galí, avanzó ayer varias claves de esta intervención cofinanciada por los fondos Feder de la Unión Europea y que permitirá abrir un carril bici e instalar una zona de mirador y pasarelas para evitar barreras arquitectónicas. Tal como se fija en el proyecto, la operación «promueve la rehabilitación de las zonas degradadas y la apertura de la población al río, consiguiendo la promoción de la senda verde y su integración en la conciencia popular como una parte más del pueblo a conservar».

La localidad, que tramitó en su día los permisos al Servicio Provincial de Costas, la Conselleria de Obras Públicas, la Confederación Hidrográfica del Júcar y el Consorcio del Millars para actuar en este espacio protegido, pretende adaptar los 12,5 kilómetros de senda en aquellos tramos a orilla del río que dificultan el paso. Es el caso de la desembocadura, la zona donde confluye el casco urbano y las zonas inundables bajo los puentes de la antigua N-340 y la vía del ferrocarril.

Además, la intención es la mejora paisajística del entorno del Millars, principalmente en las zonas que lindan con los espacios habitados, como son la zona de playa que limita con la desembocadura, el paraje de Santa Quitèria y la zona urbana.

Con esta intervención, Almassora conseguirá mejorar la imagen de la zona al favorecer su difusión entre la población local y el turismo en general. Además, el pavimento delimitará dos espacios, para viandantes y para ciclistas, con tratamientos diferentes que faciliten su comodidad y garanticen la accesibilidad.