Después de que la Generalitat diera luz verde al derribo del actual edificio del IES Álvaro Falomir, el Ayuntamiento de Alma-ssora ha remitido a la Conselleria de Educación la memoria técnica con el coste desglosado de los trabajos previstos en el centro educativo. La alcaldesa, Merche Galí, ha firmado el proyecto y ha subido el documento a la plataforma del plan Edificant, a la espera de su resolución. En el informe detallado, el consistorio calcula que la intervención, que se divide en dos fases para hacer realidad el nuevo instituto, asciende a 10.618.223,26 euros.

La primera etapa de las tareas, con un presupuesto estimado de 5,79 millones, consistirá en construir la ampliación de las edificaciones. Para ello, la parcela donde se ubica el actual centro, de 9.906 m2, incorporará los terrenos del solar anexo --que antaño ocupó el antiguo colegio Errando Vilar--, con una superficie de 4.791 m2. Esta nueva prolongación del IES Falomir, con el complemento de aulas prefabricadas, acogerá a los alumnos hasta que las obras terminen, lo que evitará, según aseguran desde el consistorio, que los estudiantes tengan que ser trasladados a otras instalaciones provisionales.

La segunda fase, fijada en 4,83 millones de euros, contempla la demolición del actual centro de Secundaria y la reconstrucción del instituto, adaptado a las exigencias normativas actuales.

EDIFICIO PROTEGIDO // El derribo incluirá la desaparición del edificio protegido por el catálogo de bienes e inmuebles que está situado en el recinto. Los técnicos se vieron obligados a plantear el derribo del centro --«totalmente obsoleto» y con «una deficiente calidad de las instalaciones», según la memoria-- por las patologías estructurales que presenta, después de que un informe revelara que partir de cero era la opción más viable.

La memoria contempla, dentro del equipamiento, la instalación de fuentes bebederas, bancos fijos en concordancia con el diseño de la urbanización y soporte metálico para bicicletas en el área de aparcamiento, entre otros.

La previsión desde la junta directiva es que este año se realice el procedimiento burocrático y que las máquinas empiecen a trabajar a principios del 2021.