El problema de malos olores denunciado por los vecinos en la zona de Trascastell y la calle Lepanto de Almenara ya ha encontrado una solución, al menos de carácter provisional, puesto que la estación de bombeo del polígono situado en las proximidades permanece inoperativa tras detectar que ese era el origen.

Después de meses de pruebas técnicas y estudios, la empresa responsable del servicio de control del alcantarillado, Hidraqua, determinó, mediante unas analíticas, que «no considera que haya un problema de olores relacionados con el ácido sulfhídrico en las zonas afectadas y en ninguno de los puntos en los que se han instalado los equipos de medición se dan concentraciones problemáticas para la salud».

La alcaldesa de Almenara, Estíbaliz Pérez, explica que toda la problemática que surgió se encuentra en la estación de bombeo del polígono de Trascastell, que está «sobredimensionada en estos momentos». Actualmente no está en marcha y, por tanto, no se utiliza, puesto que hay un sistema alternativo para las aguas residuales desde hace mucho tiempo que está dando resultado.

No obstante, el objetivo es remediar de una vez por todas el problema para poder utilizar la estación de bombeo del polígono con normalidad y sin los olores que provocaba el ácido sulfhídrico. Por ello, a lo largo del año pasado, se produjeron dos intentos para solventar la situación, aunque no fueron satisfactorios, por lo que la instalación sigue cerrada.

ANÁLISIS / La munícipe indica que el equipo de gobierno, junto a la empresa concesionaria y la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales, seguirán trabajando para buscar una «solución definitiva» al problema, pero con «la tranquilidad de que la medida tomada de no utilizarla confirma que las analíticas son correctas y no hay ningún tipo de gas en la actualidad».