Las elevadas cuotas que cobran las plataformas de televisión a los bares y restaurantes para ofrecer los partidos de fútbol se han convertido en un problema social en muchos municipios del interior de la provincia de Castellón.

La despoblación se manifiesta en todos los frentes y el visionado del deporte rey no escapa a esta situación. En este sentido, en los últimos meses se ha visto cómo los locales que ofrecen este servicio a sus clientes ha disminuido de forma drástica. La explicación a este fenómeno radica en que los establecimientos no pueden hacer frente a los elevados precios que solicitan estas empresas.

«Yo no puedo pagar 480 euros al mes por dar el fútbol. No es justo que abone la misma cuota un local de pueblo que uno que está situado en el centro de Madrid», denuncia Javier Amela, gerente del restaurante Casa Pere, en Morella.

El visionado de muchos encuentros requiere del servicio de pago y para obtenerlo se puede optar por diferentes tipos de cupos. En este sentido, destaca la enorme diferencia entre las cuotas familiares y las destinadas para empresas, mucho más altas. «Es totalmente inviable asumir este tipo de precios. Aquí hay bares que pagan más por el fútbol que por el alquiler y no tiene sentido», explica José Manuel Adell, el responsable del conocido bar Xuso de la capital de Els Ports.

Los inspectores sancionan a los establecimientos que ofrecen el servicio de forma irregular. Algunos negocios lo tenían contratado como si fueran viviendas particulares. Así, cuando los controladores encontraron con uno de estos negocios amenazaron con la caída de la línea y multas si no ajustaban el contrato como empresa.

Sin Madrid-Barça

Un ejemplo de este problema se vivió el pasado sábado por la tarde, con motivo del partido entre el Real Madrid y el Barcelona en el Bernabéu. Como mandan los cánones, fueron muchos los vecinos que presenciaban el clásico en los bares. Lo que nadie esperaba era que el servicio parara en mitad del encuentro. Y es que algunos establecimientos que tenían contratada esta prestación de manera individual sufrieron un bloqueo.

La alternativa surgió con rapidez y mientras unos clientes recurrían a la radio, otros accedieron a plataformas on line desde sus smartphones y continuaron el visionado en sus teléfonos.