Alumnos del IES Álvaro Falomir de Almassora exigen que se subsanen las deficiencias del centro, principalmente las referentes al sistema de calefacción que impide el desarrollo óptimo de las clases y que provocó que, la semana pasada, los estudiantes del 4ºde ESO C acudieran a clase con mantas para soportar las bajas temperaturas, circunstancia de la que se hizo eco este periódico.

Tal y como explica Adrián Campos Campillo, uno de los afectados, «ante la inacción de los responsables políticos», la asociación de educandos, el consejo escolar, el equipo docente del centro, así como el AMPA y numerosos exalumnos del centro se han sumado a la denuncia.

«No es justo que tengamos que acudir con mantas al instituto, nuestra educación es la clave del futuro, de ahí que asistir a clase en estas condiciones sea una verdadera injusticia», afirma este estudiante, en nombre de 4ºC. «¿Hay una educación de primera y otra de segunda? Nosotros tan solo pedimos una educación pública de calidad para todos. Es injusto que yo tenga que venir abrigado y otros institutos tengan unas dotaciones geniales» lamenta el joven. «Hemos llegado a dar clase con guantes, tapados y, pese a todo ello, era difícil seguir la sesión. Es cierto que no son muchos días los que hace tanto frío pero ¿y la falta de conexión a internet o los fallos que presenta el sistema eléctrico?», manifiesta.

Los barracones del Álvaro Falomir se instalaron hace más de 20 años, con el consecuente desgaste de sus materiales, sistemas de refrigeración o calefacción, así como del aislamiento. Asimismo, tal y como relatan los perjudicados, el deterioro de las prefabricadas y sus carencias se ven incrementadas por la deficiente instalación eléctrica y la conexión telefónica de todo el centro.

Tal y como ha presentado el consejo escolar ante el Consejo Escolar Municipal y la Conselleria de Educación, la infraestructura precisa una intervención inmediata fundamentada en la falta de espacios constatada en las últimas dos décadas. «La inexistencia de laboratorios especializados impiden el desarrollo óptimo de los currículos de ciencias y las deficiencias del gimnasio o la escasa dotación del aula de informática son otras carencias», relatan los damnificados.