Pensaban que era un trueno pero el fuerte ruido lo causó el desprendimiento de varias rocas del castillo. Los vecinos de Ares del Maestrat fueron sorprendidos el pasado miércoles por la caída de grandes, motivada por las fuertes lluvias. La tormenta de verano provocó el derrumbamiento de una roca de grandes dimensiones, que arrastró el resto, todas ellas de un tamaño considerable, y generó un pequeño alud que se precipitó por los alrededores de la fortaleza de este municipio de l’Alt Maestrat.

Los hechos sucedieron entre las 18.00 y las 19.00 horas. Afortunadamente, todos los habitantes de esta localidad, cuya población aumenta diez veces durante la época estival, estaban a cubierto para resguardarse de las lluvias cuando cayeron las piedras.

rápida intervención // La alcaldesa de Ares, Ester Querol, explicó ayer que clausuraron de forma inmediata el acceso al castillo y la calle posterior de la iglesia. Y aseguró que, a pesar del «desastre» por este desprendimiento, la valoración final es positiva. «No hemos tenido que lamentar ninguna pérdida personal ni material», manifestó la munícipe.

La primera edil avanzó que el Ayuntamiento estudiará las diferentes opciones para asegurar y reforzar el castillo a partir de septiembre, una vez termine el verano, para evitar este tipo de incidentes en el futuro. De hecho, no es la primera vez que se produce un derrumbamiento de este tipo en la localidad. La caída de unas rocas provocó daños materiales al impactar sobre unas casas colindantes, hace unos 20 años. Por suerte, tampoco tuvieron que lamentar ningún daño personal.

retirada del material // En el derrumbe registrado el miércoles, la brigada de bomberos retiró las piedras en la tarde de ayer, en cuestión de dos horas, con la ayuda de un tractor y un remolque. El consistorio agradece su rápida intervención, ya que todo el material desprendido estaba apartado «en cuestión de 24 horas».

El derrumbe de las piedras provocó daños menores en la zona del castillo, pero la alcaldesa del municipio mantiene que se trata de «pequeños desperfectos» que el consistorio ya tiene previsto reparar próximamente.