Les Corts han acordado iniciar los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) la arquitectura de piedra en seco y ponerla en valor como activo turístico y formativo. El acuerdo insta al Gobierno autonómico a elaborar un catálogo con los elementos de interés de esta edificación ancestral cara a promocionar espacios como el Museu Obert de Pedra en Sec de Vilafranca y a recuperar oficios como el del marger.

La propuesta de Compromís, impulsada por la diputada y alcaldesa de Vistabella, Belén Bachero, insta al Consell a crear líneas de ayuda para recuperar y poner en valor este activo. “Para una persona como yo, que se ha criado entre paredes y casetas de piedra en seco, es muy gratificante haber impulsado y propiciado este acuerdo”, señala. “Nunca ha habido apoyo de Conselleria para este riquísimo patrimonio que dibuja nuestro territorio, pese al trabajo de asociaciones como Grèvol, de Vistabella; o de municipios como Vilafranca”, añade.

La diputada de Compromís ha recordado que bajo esta arquitectura se integran numerosos elementos compartidos por una zona geográfica a nivel mundial, posiblemente de origen sirio, pero especialmente presente en islas como Chipre o Baleares y también en Cataluña y la Comunitat Valenciana, en especial, en la provincia de Castellón.

Bachero subraya que el número de elementos de este tipo de edificación es muy numeroso y aglutina desde márgenes de parcelas y ribazos a aljibes, hornos de cal, cerrados de ganado o casetas de pastor. También se encuentran neveras tradicionales, que dieron origen al comercio de la nieve y de la tradición heladera de algunas de las comarcas de la Comunitat Valenciana.

‘casetes de pastor’ // La también alcaldesa de Vistabella ha subrayado que las casetes de pastor son el ejemplo más representativo y elaborado, pero los conjuntos de piedra seca “configuran el paisaje rural de interior, resultado de un largo proceso de varias generaciones de transformación del territorio para garantizar la subsistencia y, además, de forma totalmente sostenible”.

Según Bachero, “con la industrialización y el abandono del campo, el mantenimiento de márgenes y ribazos desaparece. Cada vez son más los hundimientos de estas construcciones y solo el trabajo de inventario de algunos consistorios o de algunas asociaciones ha salvado en parte este rico patrimonio”. Por ello, “urgía un acuerdo como este con la finalidad de poner en valor este patrimonio y fomentarlo”. H