Artana mantiene la restricción del agua potable de su red pública al menos hasta mañana miércoles. Los avances son «en positivo», tal y como concluyeron ayer tras una reunión de técnicos municipales, de Diputación, Conselleria de Sanidad y Facsa. «Pedimos paciencia y somos prudentes porque, según los protocolos, aún no podemos autorizar el consumo», según el alcalde, Enrique Vilar.

Durante la jornada del martes está prevista la visita a puntos de la conexión de depósitos para determinar cómo poner nuevas válvulas. «Buscamos una solución definitiva para que no vuelva a pasar algo igual», según el munícipe. Al respecto, en el encuentro de técnicos evaluaron qué ha pasado y el porqué, y decidieron adaptar medidas de «ultraseguridad» para desconectar la canalización que da servicio a los vecinos de la que utiliza una explotación agrícola que ocasionó la incidencia.

«Será una solución a corto plazo que sumará más mejoras para garantizar un suministro correcto y que sea imposible físicamente que pueda repetirse la afección con más válvulas de retención y de control», explicó Vilar.

Por su parte, fuentes de Sanidad, indicaron que siguen las evaluaciones hídricas para comprobar que disminuyen los niveles contaminantes. «Ayer, en algunos momentos del día, el agua cumplía los parámetros, pero hay que esperar que esté limpia del todo», tal y como destacaron. También trasladaron un mensaje de «normalidad y tranquilidad».

Respecto al huerto implicado en la expansión del fungicida por la red pública, ubicado cerca del manantial, el alcalde recalcó que, por el momento, la finca tendrá precintado el uso hídrico y no podrá regar en el terreno.

Agradecimiento

Ante la situación que padece la población, el primer edil quiso agradecer el esfuerzo realizado por la ciudadanía desde el pasado lunes 16 de abril, cuando detectaron los problemas en el pozo de l’Artiga y aconsejaron no utilizar el agua que llega a la mayoría de casas del municipio, a excepción de una urbanización ubicada en la zona de la piscina. Tampoco se ven afectadas las fuentes, que han multiplicado su utilización, sobre todo para cargar garrafas.

Entre los más afectados están las empresas y comercios que dependen su sustento del restablecimiento normal del suministro. Entre los propietarios comentaron la posibilidad de reclamar daños y perjuicios «a quien corresponda», por unas pérdidas que aumentan a medida que pasan los días, y ya llevan ocho. Paralelamente, el consistorio trabajó en limpiar los depósitos del Calvario y Zorear, siguiendo los protocolos sanitarios y confía permitir beber agua de los grifos en las casas «en breve».