El aluvión de denuncias que viene imponiendo la Policía Local de Burriana es tema común de queja y conversación entre los ciudadanos. Desde hace varias semanas, se viene experimentando un aumento de las denuncias por mal aparcamiento, para desagrado de los vecinos. A ello se han unido en el último mes controles de seguridad y velocidad, estos mediante unos radares ocultos.

Una de las quejas viene motivada por la celeridad con la que los agentes se pusieron a rellenar boletines de denuncia apenas media hora después de que comenzara el tiempo de cambio de lado de aparcamiento en las calles.

MAL EJEMPLO // Otra protesta viene dada por el hecho de que, en ocasiones, los propios agentes aparcan mal sus vehículos o motos oficiales para imponer una denuncia por un estacionamiento incorrecto. Precisamente en este último aspecto, no es difícil ver casi a diario vehículos de la Policía Local que están mal estacionados en la plaza Mayor.

Tanto en un caso como en otro, aparcar en zonas prohibidas no está justificado por la atención urgente ante un suceso, sino más bien todo lo contrario, ya que en ocasiones incluso dejan la motocicleta en la zona no habilitada para ello, frente a la puerta del ayuntamiento, para prestar el servicio de custodia en las dependencias municipales. La plaza Mayor, a pesar de que aún se pueden adivinar las líneas de la zona azul, tiene el aparcamiento prohibido, una norma que se saltan las autoridades foráneas y cuerpos de seguridad cuando acuden hasta el consistorio para realizar alguna gestión o bien para asistir a una reunión convocada allí.

Todo ello está motivando el enfado de numerosos burrianenses, que ven que no solo no se soluciona el problema del estacionamiento en las vías más céntricas de la ciudad, sino que asisten atónitos a lo que califican como de auténtico aluvión de denuncias por parte de los agentes. Un malestar que se acrecenta al considerar que, en sus actuaciones, los agentes no siempre dan el ejemplo que correspondería. H