Las personas que acudan a Peñíscola en transporte público a partir de las 19.00 horas deben caminar unos minutos más para llegar al casco histórico. Desde hace un tiempo, el operativo de movilidad y seguridad desplegado en buena parte de la avenida de la Mar impide que los autobuses de la línea comarcal, en Semana Santa y verano, presenten servicio en las paradas situadas frente a la oficina de turismo y la plaza Antonelli. La portavoz del Partido Socialista, Isabel Esbrí, hizo mención a las quejas de algunos habitantes de este entorno, en el transcurso del último pleno.

El alcalde de la localidad, Andrés Martínez, reconoce que la colocación de bloques de hormigón para controlar el paso de vehículos en puntos de gran afluencia de personas por las noches «supone tener que renunciar a estas dos paradas», algo que lamentan, «pero no ha sido posible hacer compatible este dispositivo de acceso con la presencia de los buses». «A pesar de ello hemos hecho un esfuerzo por asegurar que la línea sí esté operativa durante la mañana y buena parte de la tarde», detalla. En el resto de la jornada, los usuarios tienen que bajar ante el Palau de Congressos o en la plaza Constitución.

PETICIONES

El bus comarcal entre Peñíscola y Vinaròs forma parte de la red de transporte que coordina la Generalitat. El servicio fue sometido en marzo al trámite de información pública, previo al proceso de licitación. El primer edil indica que desde el consistorio formularon peticiones, «como incrementar la frecuencia de paso en la zona de la estación de tren de Benicarló, así como ampliar el horario durante las noches en el periodo estival».