El pleno del Consell validó ayer la declaración de emergencia acordada por la resolución del consejo de administración de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (EPSAR) del pasado 23 de julio, sobre las obras para la reparación del emisario submarino de Benicàssim y su dirección facultativa.

La decisión se adopta como consecuencia de la detección en la última vigilancia estructural efectuada en esta infraestructura de un tramo de 50 metros de tubería que había perdido los lastres y estaba flotando a un metro del fondo marino. Por ello, eran necesarias unas obras que tienen por objetivo asegurar la estabilidad de la infraestructura y evitar cualquier tipo de peligro sobre la navegación marítima.

El presupuesto total de la intervención asciende a 449.108,64 euros, de los cuales corresponden 410.144,87 para la ejecución de las actuaciones y 38.963,77 euros para la dirección facultativa.

TRATAMIENTO // Cabe recordar que esta canalización lleva el agua depurada al mar, a unos tres kilómetros de distancia de la costa. Por la misma pasan aguas residuales que reciben un pretratamiento antes de verterse. Cada año se ejecuta una inspección del tubo y fue en la última cuando detectaron la problemática.

Tras encontrar la afección, el 9 de agosto se firmó el acta de replanteo para arrancar el arreglo, ya que al ser una obra de urgencia podrán arrancar antes de disponer de la partida dineraria.

Recientemente, el pasado año, el Ayuntamiento también aprobó una inversión de 95.000 euros, con el 95% subvencionado, para mejorar esta instalación.