El proceso de licitación para ejecutar las obras de accesibilidad del ayuntamiento de la Vall d’Uixó, con la instalación de un ascensor ha quedado desierto, lo que imposibilita que el consistorio pueda cumplir con los plazos de justificación de la subvención concedida para este proyecto, de ahí que el equipo de gobierno haya decidido asumir el coste de las obras y no aplazar una intervención que considera «necesaria».

Según explican fuentes municipales, la razón principal para que las empresas especializadas no hayan optado a realizar esta intervención es «el plazo de ejecución, que era muy ajustado», porque se planteó atendiendo a la necesidad de justificar la ayuda concedida por la Generalitat.

Tras valorar la situación, el equipo de gobierno que dirige Tania Baños primó la necesidad de acabar con las barreras arquitectónicas de la casa consistorial de manera definitiva. La subvención del Consell era de 20.000 euros y el Ayuntamiento invertía 30.000 que ya están contemplados en los presupuestos del 2018.

Así, el municipio asumirá un primer plazo de la obra este año, con esos 30.000 euros, aportará los 20.000 restantes en el 2019 y esperarán «a la línea de ayudas que saldrán el ejercicio que viene» para volver a presentarse y «recuperarla en ese momento».

En el nuevo proceso de licitación ampliarán el plazo de ejecución, de manera que este no sea un impedimento para que las mercantiles se interesen por realizar una modificación que permitirá el acceso de todos los ciudadanos a este edificio.