Sant Mateu vivió ayer una jornada señalada, gracias al estreno de la última película dirigida por Icíar Bollaín, El Olivo, dedicada al episodio de patrimonio arbóreo histórico que sufrieron numerosas localidades del Maestrat hace una década. La denuncia de la venta de olivos milenarios supuso la creación de un ley de protección, que transcurrido este tiempo estaba pendiente de la elaboración de un reglamento.

La consellera de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, Elena Cebrián -presente en Sant Mateu- aprovechó el estreno cinematográfico para dar a conocer las novedades sobre las iniciativas del Consell para salvaguardar la protección de estos árboles. Tal y como ya avanzó Mediterráneo, el próximo martes habrá una reunión de la comisión de seguimiento de la ley, tras dos años sin convocarse. Elena Cebrián destacó que la vida y la historia de estos árboles y la de las gentes de sus respectivos entornos “están tan unidas que cuidarlos y protegerlos es también cuidar de nosotros y nuestros herederos”. La consellera, que acompañó a la alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, y los vecinos de la población en este estreno, mencionó que “al igual que el cine, los olivos monumentales son testigos de nuestra historia, además de ser fuente de riqueza, empleo, salud y atracción turística”. Sobre la película, afirmó que se trata de una obra “emotiva y valiente”.

PLANTACIÓN // Horas antes de la proyección de El Olivo, la defensa y el respeto por esos imponentes monumentos naturales se materializó en Canet Lo Roig, una de las localizaciones principales del rodaje del film. Se celebró una plantada de brotes de olivo en una finca municipal del término, concretamente en el antiguo vertedero, clausurado y recuperado.

Miembros de la productora y el equipo, los alcaldes de Canet Lo Roig y de Morella, Ángels Pallarés y Rhamsés Ripollés y, en representación de la Mancomunidad de la Taula del Sénia, Tere Adell y Jaume Antich, se sumaron ayer a la iniciativa impulsada por la organización Apadrina un Olivo, de Oliete, en Teruel, que donó un centenar de planteles de olivo.

Azada en mano, los miembros del equipo artístico y directivo del film, se empaparon de los sabios consejos del agricultor, Manuel Cucala, de Sant Mateu, que aparece en la película. Entre los participantes estuvieron Icíar Bollaín, el guionista Paul Laverty, o los actores Anna Castillo, Javier Gutiérrez e Inés Ruiz.

“Estuvimos muy bien acogidos y cuidados, y la zona nos ha conquistado, era un lugar poco conocido para nosotros, pero la recomiendo”, apuntó la cineasta Bollaín. No menos fascinado está su pareja, Paul Laverty, que explicó que la inspiración para escribir el guión surgió al leer una noticia sobre el expolio y venta de olivos milenarios y su transporte a otros países. Por su parte, el actor Javier Gutierrez, que encarna el papel del tío de la protagonista, resumió El Olivo en una frase: “Es una película de personajes perdedores pero llena de vitalidad y humor; emociona”. H