La comisión del Barri València de Burriana comienza a ver la fecha para recuperar su casal tras casi un año de inactividad. Si todo va según lo previsto, volverá a estar operativo paras los días grandes de las celebraciones falleras, en poco más de un mes, cuando estarán finalizadas las obras de insonorización en marcha.

El local fue clausurado por las quejas de un vecino de la planta superior. A pesar de que su uso festivo es temporal y limitado a momentos en que los actos josefinos están en la calle, las reiteradas denuncias desembocaron en su obligado cierre. Una situación que conllevó el peregrinaje de la entidad a otros lugares para celebrar eventos, como la proclamación de sus falleras, ya fuera en espacios alquilados en el casco urbano e, incluso, en uno de los polígonos industriales, así como en la propia Llar Fallera.

Esta coyuntura será pasado pronto. El colectivo desarrolla remodelaciones para lograr el aislamiento acústico adecuado para insonorizar las paredes y evitar la más mínima molestia a los ciudadanos que residen en la zona. La primera fase ya resulta evidente a la vista, aunque todavía restan varias jornadas de intervenciones para culminar el proyecto.

Por otro lado, también quedarán atrás los problemas que tuvieron para lograr el dinero suficiente para realizar las actuaciones. La catalogación del casal como Sede festera tradicional tipo B no impidió la suspensión de la casa de una de las comisiones falleras con mayor actividad. Pero, precisamente, eso es lo que llevó a conseguir la financiación para acometer esta intervención y mantener el local, frente al emplazamiento donde levantan sus monumentos infantiles.

CARROZAS // A pesar del conflicto, Barri València no frenó sus iniciativas habituales, como la confección de las majestuosas carrozas de papeles de seda con la que participaron en la Batalla de Flors, o con las que concurrirán en las Cavalcades del Ninot.