Las inundaciones que el barrio ecológico sufrió en el último episodio de lluvias torrenciales, en el que varios vecinos vieron cómo los sótanos de sus casas se hanegaban por completo en una situación sin precedentes, marcaron un punto de inflexión respecto a la relación de estos propietarios y el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó, dado que los primeros acusan al consistorio de no atender sus demandas «por la vía urgente» y el segundo argumenta que existe un informe del 23 de noviembre que plantea las mejoras que se llevarán a cabo siguiendo los trámites administrativo habituales.

La discrepancia surge desde el momento en el que los afectados consideran que la ejecución de esas intervenciones contra las inundaciones no pueden esperar. Tanto es así que, como explica Javier Segarra, urbanista y propietario de una de las viviendas, ante «la falta de respuesta», tanto él como otros familiares afectados por la problemática decidieron acometer unas obras en sus jardines privados para dar salida a cualquier torrente de agua y evitar la acumulación que «llegó a poner en peligro vidas humanas», como no duda en destacar.

Por su parte, desde el Ayuntamiento recuerdan que se interesaron por la situación desde el primer día, algo que no sucedió con «los gobiernos anteriores» frente a un problema «que viene de lejos», como los residentes reconocen, dado que ambas partes coinciden en identificar el origen en el ejercicio 2010, con la urbanización y posterior paralización de los sectores 1-C y Sumet.

TUBERÍA BLOQUEADA / Segarra explica que con el desarrollo de Sumet se bloqueó una tubería subterránea que garantizaba la evacuación del agua de lluvia. Desde entonces, esta «no encuentra obstáculos en la montaña y pasa por encima de la carretera hasta las casas». Conocedor de la situación de ambos proyectos, el representante de los vecinos afirma que el Ayuntamiento cuenta con el aval de este PAI, «400.000 euros con los que, legalmente, podrían realizar las obras por la vía de urgencia, que costarían poco más de 100.000 euros», matiza.

Para reforzar sus argumentos, entregaron un informe pericial al departamento de Urbanismo que no ha sido estimado porque está firmado por quien fue redactor y director de obra de Sumet, «parte interesada», según detalla la ingeniera de caminos que firma la valoración del mismo. Para Segarra, esa es la razón de que le solicitaran su elaboración, «es quien mejor conoce el proyecto y qué debería hacerse».

Así las cosas, el Ayuntamiento ha definido cuáles son las medidas que los técnicos aconsejan realizar para solucionar el problema --algunas ya estarían en marcha--, pero los vecinos entienden que su situación «de riesgo personal» merece una respuesta excepcional que no obtienen.