El Ayuntamiento de Bejís anunció ayer su intención de privatizar la gestión de la planta embotelladora de agua de la localidad. La instalación, de titularidad municipal desde su puesta en marcha, pasaría a estar operada por una mercantil. Así lo confirmó la alcaldesa socialista, María José Madrid, quien aludió a las dificultades que está teniendo el consistorio para poder invertir, debido al cumplimiento de la ley de contratos del sector público y la de racionalización y sostenibilidad local, como justificación para adoptar esta decisión.

El procedimiento previsto consistiría en sacar a licitación, mediante un concurso público, tanto el uso como la distribución del agua y de esta infraestructura. «La medida también contemplaría la subrogación de la plantilla de trabajadores actual y la aportación de un canon a las arcas locales», puntualizó Madrid.

«Nos encontramos con una deuda de 1.350.000 euros heredada del Partido Popular y esta situación está imposibilitando la inversión necesaria», añadió.

RECHAZO / La noticia generó en poco tiempo reacciones contrarias entre los vecinos. Algunos de ellos se organizaron para lanzar conjuntamente una campaña de recogida de firmas entre los residentes, así como otra por las redes sociales bajo el lema No a la privatización, salvemos Bejís.

El Partido Popular también se mostró contrario a modificar la titularidad de la planta. «La decisión atenta directamente contra el futuro del municipio, ya que si privatizan la infraestructura, el pueblo pierde su principal fuente de vida», sentenció la concejala de la formación azul, Amparo Capilla. Asimismo, la edila destacó su «preocupación» por los puestos de trabajo que dependen de la planta. «Si la privatización provoca despidos y estos derivan en la marcha de familias del pueblo, podrían provocan el cierre del colegio», concluyó Capilla.