El pabellón de fiestas de Benassal se quedó pequeño anoche con Los Chunguitos. La cuadrilla de emboladores B&I, que cumplen este 2018 su undécimo aniversario, apostaron por consolidar la celebración en el calendario festivo. «Empezamos el año pasado, y tras el éxito que tuvimos decidimos continuar. Buscábamos un evento para agradecer a toda la gente que ha confiado en nosotros y todos los amigos que hemos hecho gracias al bou», apunta el embolador César Carceller.

Las entradas para el concierto se podían adquirir de forma anticipada durante las semanas previas. «El viernes ya habíamos vendido 1.200 localidades, el ritmo ha ido bien y las buenas perspectivas se cumplieron», añade.

TRANSPORTE / Visto el éxito de la anterior convocatoria, con una actuación de Camela que desbordó el pequeño pueblo del Alt Maestrat, desde la organización mantuvieron la estrategia de habilitar un servicio de autobús y taxi, con un recorrido desde la localidad hasta el recinto festivo, y que culminó en el balneario de Fuente en Segures.

Ante el nuevo éxito, desde este colectivo no tienen más que palabras de agradecimiento por la consagración de su propuesta. «Gracias a la actividad que generan los bous al carrer, que es nuestra afición, hemos contactado con muchísimas personas, y esta velada es para todos ellos», tal y como añade el representante de la ya veterana entidad.

Además del esperado concierto, la jornada se completó durante todo el día con diferentes actos culturales. A mediodía fue la apertura de la muestra Bravo y natural, con imágenes del autor y aficionado taurino Alberto Barrios. Las reses tomarían el protagonismo durante toda la tarde.

En primer lugar fue el turno de los animales de Fernando Mansilla y Eliseo Adell, que disputaron el desafío de ganaderías de Terres de l’Ebre. A media tarde llegó el turno de Horquillón, el astado reseñado para la ocasión de la prestigiosa ganadería de Adolfo Martín, que pisó con fuerza el albero de Benassal. Llegada la noche, el mismo animal volvió a la plaza para ser embolado, y poner así la rúbrica a la tarde taurina. Las canciones del dúo rumbero fueron el colofón, que se alargó hasta entrada la madrugada.