Hasta ahora, se sufragaban eventos que no se pueden subvencionar por ley. La administración no puede colaborar económicamente con la promoción de ninguna fe, lo que hacemos es buscar alternativas para continuar ayudando a todos, pero con actos que se ajustan al criterio legal». Con esta aclaración, el edil de Cultura de Benicarló, Josep Barberà, salía al paso de la polémica tras conocerse que las cofradías no percibirán subvenciones por parte del consistorio.

«Además, ha habido una redistribución de las actividades que debe programar cada concejalía. Cada asociación que lo desee, dentro de la legalidad de un estado laico como el nuestro, puede y debería dirigirse al Ayuntamiento para tratar de pactar o programar eventos», matizó. Y añadió, respecto el caso concreto de la Junta Local de Semana Santa, que «es criterio de esta Concejalía seguir la legalidad vigente».

De esta forma, el edil intentó zanjar la polémica, pero el debate continúa en la calle y, cómo no, en las redes sociales. De hecho, algunos ciudadanos han utilizado la plataforma que les ofrece Facebook para posicionarse. Así, la queja de un cofrade de la hermandad del Nazareno en un grupo de ámbito local, en la que manifestaba su indignación por la falta de apoyo municipal, ha suscitado una gran controversia. De hecho, la crítica ha obtenido la nada desdeñable respuesta, a día de hoy, de más de 650 comentarios y la cifra sigue subiendo. Y, como en todo colectivo, hay disparidad de criterios y opiniones.

Los hay quienes apoyan la colaboración, aunque no económica; los que se posicionan claramente en contra, atendiendo a una cuestión de prioridades, y los que consideran que las hermandades son víctimas de un agravio comparativo y se cuestionan el porqué las Fallas sí cuentan con respaldo de la institución municipal.