La gastronomía local es una de las piezas clave del engranaje que hace funcionar las Fallas de Benicarló. Complementando el programa que organizan conjuntamente la Junta Local Fallera y las 13 agrupaciones de la ciudad, los menús y tapas que se ofrecen en los casales son una de las propuestas con más tirón de las celebraciones josefinas. Ayer, el plato fuerte del día fue la repostería.

El mercado municipal acogió una campaña de dinamización, promovida por la Cámara de Comercio de Castellón, sobre los postres tradicionales de Fallas. Las componentes de la Associació de la Dona Llauradora se encargaron de elaborar los típicos dulces de forma exitosa. Desde primera hora de la mañana ya se formaron largas colas frente al estand habilitado para la ocasión. La invitación a degustar las típicas figues albardaes o ricos crespells, confeccionados con hojas de borrajas recién recolectadas, rebozadas y azucaradas, sirvió, a la sazón, para poner en valor la cocina tradicional y endulzar los paladares de los asistentes. H