Ya es oficial. El Ayuntamiento de Benicarló ha presentado una demanda por lo civil en el Juzgado de Vinaròs contra el obispado de Tortosa. Este es el paso que dado el consistorio en un asunto que viene de lejos: ambos estamentos --el municipal y el religioso-- se disputan la titularidad del campanario de la localidad desde que en el año 2015, y amparándose en la modificación de la ley hipotecaria del mes de junio de ese año, conscientes de la aplicación de esta norma, la diócesis inmatriculó el bien inmueble entre sus propiedades.

«La denuncia ya está presentada y estamos a la espera de que sea admitida a trámite», indica la alcaldesa de Benicarló, Xaro Miralles. Para defender sus argumentos, los servicios jurídicos del Ayuntamiento harán valer toda la documentación que se ha recopilado desde hace varios meses. «El archivero municipal se ha encargado de reunir y clasificar todos los documentos que demuestran que el campanario es de propiedad municipal», apunta la munícipe benicarlanda.

Asimismo, Miralles asevera que «título de propiedad no tiene ni la iglesia ni la torre porque los protocolos notariales se quemaron en un incendio; lo único que tiene la diócesis es un certificado catastral, documental y gráfico, en el que aparecen unidos la iglesia de Sant Bartomeu y el campanario, pero se puede demostrar que no es así y que son construcciones independientes».

«ES DEL PUEBLO» // «El campanario es del pueblo». Así de contundente se expresa la primera edil, quien explica que para recuperar la emblemática torre y conseguir que la inscripción que figura en el registro catastral que certifica que el obispado se ha legitimado como tenedor del monumento sea anulada, el consistorio ha presentado ante la justicia «documentos primordiales que refrendan la propiedad municipal de la torre», destaca la alcaldesa.

Al respecto, mientras la Administración local avanza en su litigio contra la sede eclesiástica tortosina, la parte demandada prefiere mantenerse al margen. Así, el rector de la parroquia de Sant Bartomeu, Carlos García Talarn, declinó hacer declaraciones a este periódico sobre esta cuestión y el delegado de Medios de Comunicación Social del Bisbat de Tortosa, Víctor-Manuel Cardona, aseguró desconocer la noticia de la presentación de la demanda y apuntó que, por parte de la diócesis, «todo sigue igual, no se ha hecho nada porque el campanario pertenece al obispado».

EXPEDIENTE // Entre los documentos del expediente, consta que «en la legislatura 1987-1991, el entonces alcalde, Juan Vicente Rambla, ordenó al arquitecto municipal que elaborase un informe para derruir la caseta entre el campanario y el templo religioso. La Iglesia no presentó alegaciones porque tenían asumido que no poseían derechos», señala la munícipe, ya en el 2015.