Los miembros de la Cofradía de Sant Antoni han trabajado sin descanso durante todo el fin de semana para preparar las más de 150.000 cocas que lanzarán desde los carros en las dos cabalgatas que, con motivo de la fiesta dedicada al patrón de los animales, recorrerán las calles de Benicarló.

Un año más, el Forn del Bisquerí -como popularmente se conoce la panadería Ávila-, se convirtió en el centro la intensa actividad y, como si de una cadena de montaje se tratara, se distribuyó la tarea de modo eficaz para conseguir la máxima cantidad de cocas en un tiempo récord y, a la vez, de la máxima calidad.

Para elaborar tal plétora del dulce típico de la repostería local, se emplean ingredientes en dosis ingentes: «Más de 2.000 kilos de harina, unos 600 de azúcar, 700 litros de mezcla de aguardiente y moscatel y otros 1.200 de aceite aproximadamente», explica Antonio Alberich, mientras hornea las cocas.

El hecho de que trabajen casi a destajo no impide que pongan mimo en la faena, sobre todo al dar el último toque a la pasta antes de meterla en el horno, con el pesiguet que da a la coca esa forma tan característica.

A la hora de amasar no existen distinciones y ni el presidente de la entidad, Juanjo Marzá; ni la Dama, María Tous, se libran de tan ardua tarea. «Nos toca remangarnos a todos; además, también hay voluntarios que vienen a ayudarnos en esta tarea y es de agradecer», señalan ambos.

No solo repartirán cocas en las cabalgatas, «también al alumnado de los distintos colegios, y, como no, a la legión de personas que acuden cada año a la embolicà, que esta vez era el jueves, 2 de enero, a las 15.30 horas, en la plaza Constitución», apuntan.