El 45º aniversario de las Fallas de Benicarló sirvió como fuente de inspiración de una fusión gastronómica, cultural y artística, capitaneada por el chef Toni Domínguez y Lidia Cantó, gerentes del Cotton & Art Wine.

No es la primera vez que este par de emprendedores hosteleros tiran de las fiestas josefinas para elaborar deliciosas creaciones culinarias en forma de pinchos --uno por cada una de las 13 agrupaciones falleras de la ciudad y otro dedicado a la Junta Local Fallera--. En esta ocasión, para llevar a cabo la original tarea contaron con la colaboración de dos artistas más, cada uno de ellos en su ramo.

La parte pictórica la asumió una clienta habitual del establecimiento: Marta Foix, de Bulmífera Tatoo, autora de los dibujos que representan a cada falla. «He plasmado en el papel mi visión particular de cada lema», apuntó. También participó en la iniciativa Toni Cortés, elegido mejor barman de España y que regenta El Candil Bar & Drinks. Él se ocupó de la coctelería, con dos propuestas para maridar con los pinchos y que bautizó con los nombres La junta trallera y El indultat.

Con esta simbiosis gastro-artística-cultural pretenden cautivar los paladares y, a la sazón, «promocionar, más si cabe, las Fallas», aseguró. «El año pasado los bocados funcionaron muy bien y esta vez la gente nos preguntó si íbamos a hacer algo especial, así que hemos querido aunar más conceptos y presentarlos a modo de exposición».

Al precio de 2,50 euros cada unidad, se ofrecerán tapas como las que representan a las comisiones de El Caduf (pulpo con patatas panaderas y alioli); La Barraca (hamburguesa de alcachofa con miel y queso de rulo en un pan verde de jengibre); o El Grill (masclet comestible relleno de paté de campaña y queso de cabra). Buen provecho.