La gran devoción que se profesa en Benicarló a Sant Gregori quedó patente en la romería que ayer celebró la ciudad, en el marco de la festividad del patrón de la localidad. Aunque el recorrido es relativamente corto --apenas dos kilómetros separan la población de la ermita levantada es su honor--, larga es la tradición de procesionar al santo cada 9 de mayo, así como multitudinaria la asistencia de los vecinos que, desde antaño, registra la romería.

Una vez más, miles de peregrinos se congregaron en la plaza San Bartolomé --el punto de partida-- para enfilar el camino hasta el templo acompañando la imagen, portada sobre peana. Entre los asistentes y escoltando a la venerada talla, la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa, Xaro Miralles, junto con la reina de las fiestas y la corte de damas de honor de la localidad.

«Es un día de convivencia y hermandad y, además, hoy la climatología acompaña para que sea una jornada ideal», apuntó la munícipe. También aprovechó para agradecer la labor de la Asociación de Amics de Sant Gregori: «Como siempre, se han volcado en los preparativos y en confeccionar las más de 5.000 paperinas de romero y otras tantas de confites que han repartido entre los asistentes, además de las paellas que elaboran con mucho cariño y siempre salen muy ricas».

recuerdo // Mosén Carlos García se unió a las palabras de afecto para la entidad organizadora en la misa que se celebró en la explanada del ermitorio. Una eucaristía que se dedicó a la memoria de dos históricas integrantes, Rosita y Teresa. Pero también a mosén Dámaso, vicario de Sant Bartomeu, que falleció el martes al no poder superar las graves heridas que sufrió en un accidente de circulación en Alcanar (Más información, en la página 35).