La Confraria de Sant Antoni Abat de Benicarló ya ha llevado a cabo la «ejecución» del principal enemigo de su santo patrón. Ante numerosos vecinos, al caer la tarde, el demonio fue ayer pasto de las llamas y hoy, en el centro de la plaza San Bartolomé, únicamente quedan las cenizas, aún humeantes, de la pira y los restos de la satánica figura que encarna el mal.

La dama de la entidad, Inma Ortiz Martí, fue la encargada de llevar al endemoniado reo a ser devorado por las llamas, al prender la traca que sirvió como elemento de ignición de la gran hoguera. Ni la original máscara confeccionada por los usuarios del Centro Ocupacional IVAS-El Maestrat, ni su larga cabellera de color violeta, ni su llamativa indumentaria lograron salvarse de la quema y únicamente quedó del príncipe de las tinieblas, un esperpéntico esqueleto hecho de metal.

La primera cabalgata de la fiesta, con carros y caballos enjaezados, con la tradicional ronda de loas, también despertó gran expectación. El pasacalle estuvo aderezado con la crítica socarrona de las satíricas composiciones versadas sobre temas de la actualidad local. Con el objetivo de contrarrestar el humor ácido, se lanzaron a los presentes miles de cocas, como si se tratara de una intensa lluvia de lo más dulce.

En cuanto a las loas, la corporación fue fuente de inspiración, especialmente, la primera edila, que encajó con humor ser una de las musas y escuchó con una sonrisa versos tales como «Bona nit sinyora alcaldessa // vosté ha fet algo molt gros // manar dels benicarlandos // sent socialista i de Vinaròs». Hoy tendrá lugar la multitudinaria bendición de los animales.