Es un tipo de turismo que va a más, aunque diferentes municipios de Castellón ya establecen reglas para evitar conflictos. En el caso de Benicarló, el órgano gestor de playas ha acordado tomar medidas para evitar el estacionamiento irregular de autocaravanas en primera línea de costa. Un fenómeno que se da especialmente en el entorno de las playas de la Mar Xica y del Gurugú. El incremento de vehículos aparcados es notable desde hace un tiempo.

Por este motivo, en las próximas semanas instalarán señales de prohibición de ubicarse en estos dos puntos, a la vez que intensificarán el control por parte de agentes de la Policía Local.

Los visitantes que acuden en este tipo de casas móviles son muy frecuentes en Benicarló. De hecho, el municipio cuenta desde el año 2017 con un área de servicio específico para ellas, ubicado en la avenida Papa Luna, que dispone de suministro y evacuación de aguas y donde se permite el estacionamiento durante 48 horas. A pesar de ello, son muchos los que optan por acudir a otros lugares no regulados.

El concejal de Obras y Servicios, Ilde Añó, apunta que existen «quejas sobre la concentración de estos vehículos en Mar Xica, delante del emisario submarino, y en los aledaños del Jardí de la Mar», y consideran «que son dos espacios para el disfrute de vecinos y visitantes, donde se puede estar cara al mar y admirar el paisaje, pero las autocaravanas impiden que sea así al colocarse en primera línea, tapando las vistas y provocando un impacto visual negativo», explica.

DEMANDA / El edil añade que, en el caso de que hubiera mucha demanda, «el Ayuntamiento estudiaría la posibilidad de ampliar la oferta y crear nuevas áreas de servicio para estos vehículos, pero sería en otras ubicaciones».

Cada vez hay más personas que optan por este modelo de turismo y muchos de ellos proceden del norte de Europa, y en periodos que contribuyen a la desestacionalización. Hay consistorios que aplican medidas para controlar la creciente acumulación de vehículos, que se colocan en lugares privilegiados y generan molestias de ruidos, así como por una inadecuada gestión de residuos. Es el caso del Vinaròs, o en una zona de párking de Alcossebre. En cambio, Morella tiene una amplia superficie, con una elevada ocupación.