El Ayuntamiento de Benicarló ha movido ficha en el enfrentamiento que mantiene desde hace un año con la Diócesis de Tortosa poco más de un año porque ambos organismos se disputan la titularidad de la torre el campanario, situado junto al templo de San Bartolomé. El motivo radica en que el Obispado, amparándose en la antigua ley hipotecaria y meses antes de que fuera modificada, aprovechó para inmatricularse el bien a su favor.

Tras conocerse el proceder del estamento religioso y fracasar en el intento de un acuerdo entre las partes, el consistorio puso en marcha la maquinaria legal para recuperar la emblemática torre y conseguir que la inscripción que figura en el registro catastral que certifica que el Obispado se ha legitimado como tenedor del monumento sea anulada.

“Es cuestión de poco tiempo presentar la demanda por lo civil”, avanzó la alcaldesa, Xaro Miralles. “Los abogados ya tienen la demanda prácticamente preparada y, además, hemos contratado un asesor externo para que elabore un informe basado en toda la documentación que existe en los archivos municipales y que acredita que el campanario es del pueblo y no de la iglesia”, añadio. De hecho, Miralles aseguró que han localizado documentos “primordiales” que refrendan la propiedad municipal de la torre.

Una vez el ejecutivo local decidió emprender medidas legales y en el tiempo que el archivero municipal se ha dedicado a recopilar toda la documentación, los representantes del Obispado se han mantenido al margen de la polémica. “Por parte de la Diócesis no hemos vuelto a recibir comunicación alguna sobre el tema --aseguró la alcaldesa--, de todas formas, es normal, al fin y al cabo, ellos se han inmatriculado el bien a su nombre y somos nosotros los que tenemos que reclamarlo”.

Así las cosas, el equipo de gobierno confía en que los tribunales resolverán a favor del ayuntamiento y, en caso de que no fuera así, la primera autoridad benicarlanda ya avanzó en su día que agotarán todas las vías legales para lograr su objetivo.