Los trabajos de reconstrucción del antiguo faro de Benicarló concluyeron a finales del pasado año, y la obra fue recepcionada por el Ayuntamiento. Sin embargo, el edificio, que está previsto que aloje el Museu de la Mar de la ciudad, continúa cerrado al público y su apertura está supeditada a la firma de un convenio con la Diputación, organismo que financió las obras. “Las obras tuvieron una licitación a la baja, y en su día, hubo un acuerdo verbal por parte del presidente, Javier Moliner, con el anterior alcalde, Marcelino Domingo, de que la administración provincial costearía también el proyecto museístico”.

Asi las cosas, la alcaldesa Xaro Miralles ha informado que ya ha mantenido una reunión con el diputado de Cultura, Vicent Sales “y nos ha confirmado que están conformes con la rúbrica del acuerdo, que supondrá la aportación de 30.000 euros por parte de la administración provincial, una vez presentemos el proyecto”.

Si bien, por cuestiones burocráticas, el museo no se inaugurará hasta después del verano, la alcaldesa hizo especial hincapié en la intención del ejecutivo de que el edificio no sea únicamente un recurso turístico más. “Queremos que cumpla, sobre todo, una función educativa, que no sea sólo un espacio expositivo sino que sea interactivo y que los escolares de Benicarló y otras poblaciones puedan conocerlo”. En esa apuesta porque el futuro museo cumpla una función didáctica y educativa, Miralles avanzó que los responsables del Museo de la Mar San Telmo, que depende de la Cofradía de Pescadores, “han mostrado su disposición a cedernos material y ofrecer charlas”. H