Benicàssim no da tregua a la lucha contra los mosquitos. El municipio trata de combatir su alta proliferación actuando, a través de la empresa de plagas que ha renovado su contrato con el Ayuntamiento, en los “más de 100 focos de posible eclosión de larvas” detectados por los expertos, según explicó la concejala de Sanidad, Vanesa Batalla.

El debate sobre las molestias que causa este insecto a vecinos y turistas y las medidas que se están aplicando para combatirlo centró gran parte del pleno de ayer, que aprobó la ordenanza municipal que se ha efectuado específicamente para la prevención y el control del mosquito tigre. Este punto salió adelante con el apoyo de todos los grupos, excepto Ara, que votó en contra; y la abstención de Compromís.

El documento regula cómo debe ser la aplicación de los tratamientos, así como una serie de recomendaciones, tanto para las zonas públicas como las privadas, con el fin de instar también a los particulares a unos hábitos adecuados. El texto “pretende concienciar al ciudadano de que, sin su colaboración, es imposible, pues la administración no puede llegar a todo, por mucho dinero que gaste del presupuesto”, añadió la alcaldesa, Susana Marqués.

La ordenanza contempla sanciones por infracciones de 750 euros la leve, de hasta 1.500 la grave y de 3.000 la muy grave.

financiación // Además, se aprobó una moción por unanimidad de los partidos representados en la corporación para solicitar la creación de una vía de financiación para las plagas del picudo rojo, el tomicus y la procesionaria, que también afectan con virulencia al término. “Instamos a Medio Ambiente y la Generalitat a actuar”, señaló Marqués. H