El último pleno ordinario de Benicàssim aprobó el estudio de viabilidad que avala la gestión del servicio del tanatorio, cuyos trámites ultiman con el objetivo de ponerlo en marcha en el 2021. «Nos han realizado este informe técnico en la UJI para ver si con los ingresos y gastos probables previstos para el funcionamiento del centro es viable o no económicamente», explica el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz. Y en esta ocasión sí lo es.

La gestión del tanatorio salió a concesión pública hace varios años, pero quedó desierta, puesto que no se presentó ninguna empresa. Y es que la mercantil adjudicataria debía afrontar todas las obras de urbanización y alumbrado del entorno, con una inversión de cerca de medio millón de euros, «que veían imposible de amortizar en los 15 años de concesión», puntualiza Díaz.

Ante esa situación, el Ayuntamiento optó por asumir esos costes y llevar a cabo los trabajos, con la consiguiente instalación del centro de transformación, alcantarillado, agua potable, aceras, línea telefónica... Con estas tareas terminadas, el consistorio encargó el estudio para ver si la gestión del servicio ahora era viable.

En estos momentos, el proyecto está en fase de exposición al público para que los interesados puedan presentar alegaciones. De forma paralela, los técnicos ultiman la preparación de los pliegos administrativos para sacar a licitación próximamente la gestión del tanatorio de forma electrónica.

La empresa adjudicataria sí que deberá asumir los gastos por el equipamiento interior del edificio, con la adquisición de todo el material necesario para la prestación de este servicio.

El objetivo es que a lo largo del próximo año puedan poner en marcha el edificio, tan necesario en la localidad, ya que ahora hay que desplazarse a Castelló.

Ocho años de espera desde que terminaron las obras del edificio

La construcción del edificio del tanatorio, que se encuentra ubicado en una parcela junto al cementerio, terminó en el 2012, hace ocho años. No obstante, su puesta en marcha se ha retrasado debido a múltiples factores. Una de las razones fue la necesidad de obtener un informe favorable de Carreteras, al situarse muy próximo a la N-340.

Y otra también de peso fue la relativa a la urbanización del entorno. Antes de su puesta en funcionamiento era necesario urbanizar y alumbrar toda la zona. Unas obras que finalmente decidió asumir el consistorio, con una inversión de 480.000 euros y que consistieron en la adecuación del acceso, una zona peatonal ajardinada y un espacio de aparcamiento que será accesible para personas con movilidad reducida, que han acometido estos últimos años. También habilitaron los colectores de aguas pluviales y el alcantarillado, además de la conexión telefónica. Asimismo, realizaron la instalación de electricidad necesaria.