La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, adelantó ayer que el consistorio cerrará el ejercicio económico 2018 con un balance positivo de 8,7 millones de euros. «Un año más, amortizaremos toda la deuda municipal pendiente y el resultado contable tiene un saldo positivo», señaló.

En concreto, la liquidación de las cuentas arroja, entre ingresos y gastos, un superávit de 8.736.266,32 euros. Una cifra que, según la munícipe, es posible gracias a dos factores «muy importantes». «Primero, al buen hacer de los técnicos, que siempre guían la previsión dineraria con moderación y siguen la premisa que marcó el equipo de gobierno este mandato sobre contención del gasto y el saneamiento de las arcas públicas. Y, en segundo lugar, el dinamismo económico de esta ciudad que, afortunadamente, pese a que la macroeconomía está aún tensionada, ha recuperado la actividad», subrayó.

El consistorio estudia en qué medida y cómo distribuir estos fondos. Asimismo, avanzaron que el remanente de tesorería suma 14,1 millones de euros.