La concejala de Igualdad, Vanessa Batalla, anunció ayer la presentación, en el pleno ordinario del viernes, de una moción para declarar a Benicàssim ciudad libre de bullying y, a su vez, iniciar una batería de medidas para combatir este tipo de violencia que se produce entre los más jóvenes. Batalla incidió en que «son hechos violentos que tienen lugar contra los más vulnerables, los niños, y no solo en la convivencia en la calle, sino también en el entorno de los centros educativos». Por eso, aboga por «actuar para detectar cualquier caso a tiempo y ponerle solución, junto con trabajar para prevenirlo a tiempo».

Con este objetivo, el equipo de gobierno propondrá para su aprobación plenaria una batería de medidas que comenzarán por la declaración de Benicàssim como ciudad libre de bullying. «Pero pretende ser el punto de partida de la campaña. Queremos que la gente sepa que ese tipo de violencia puede darse en nuestro entorno y no podemos mirar a otro lado solo porque no la suframos en primera persona», manifestado la concejala de Igualdad.

«Toda la ciudad ha de estar sensibilizada ante este asunto --añadió-- porque cualquiera puede detectar un problema, desde un amigo, un vecino o un familiar que vea sufrir a un chico».

Entre las cuestiones que se proponen en la moción se encuentra la elaboración de un programa de mediación escolar que estará dirigido a la formación de todos los miembros que forman parte de la comunidad educativa para saber actuar ante un episodio de estas características. También apuestan por la creación de una comisión dentro del Consejo Escolar Municipal, en la que tengan presencia representantes de alumnos de los centros educativos y del Ayuntamiento, que actúe como órgano coordinador entre los colegios y la concejalía delegada del área de Educación.