Los ayuntamientos de Benicàssim y Orpesa ratificaron ayer sus nuevos convenios con Acuamed al respecto de la explotación de la desaladora. La planta que da servicio a ambas localidades es la denominada Orpesa-Cabanes.

La alcaldesa de Benicàssim, Susana Marqués, recordó que «el acuerdo del 2008 obligaba al consistorio a aportar unas cantidades económicas desorbitadas que lastraban la economía municipal y perjudicaban gravemente a los vecinos». El renovado texto supone un pago al año de 75.000 euros, por los 350.000 euros anuales que se abonaban antes. En esta localidad, votaron a favor PP, ARB y PSO. Ara Benicàssim, Ciudadanos y Compromís se mostraron contrarios.

Respecto a Orpesa, fuentes del equipo de gobierno apuntan que el trato negociado «es más cómodo del anterior, con un margen de flexibilidad de cinco años para conseguir que el Estado asuma los gastos de amortización».

Al respecto, desde la administración local recordaron que el consumo actual de la localidad es de 3,4 hectómetros cúbicos, a la espera de una autorización para utilizar hasta 5 hectómetros cúbicos por el futuro crecimiento urbanístico. El PP votó a favor, Compromís y Cs en contra, mientras que el PSOE se abstuvo.