El recinto de festivales de Benicàssim será municipal en menos de un mes, tras 20 años pagando alquileres, lo que ya se está traduciendo en un aumento del interés de organizadores de eventos por asentarse en la localidad. Y es que la expropiación de los terrenos --por un importe de unos tres millones de euros-- garantizará al Ayuntamiento la disponibilidad de este suelo y otorgará a los promotores las garantías y la estabilidad que demandaban.

La alcaldesa, Susana Marqués, reconoció que están en conversaciones con empresarios para impulsar nuevos certámenes durante todo el año. «Ahora que saben que el espacio será nuestro vienen a aprovechar la coyuntura del momento», aseguró.

La munícipe indicó que el inconveniente es que todos quieren en julio y agosto. «Lo que estamos haciendo es dar prioridad a los eventos con efecto desestacionalizador», avanzó. No en vano, los meses top de la temporada alta ya están copados. De momento, para el 2020 ya hay cinco festivales en la agenda del recinto de conciertos, el Sansan en Semana Santa, el 9, 10 y 11 de abril; la primera edición del Sound of People (SOP), el 25, 26 y 27 de junio; el FIB, del 16 al 19 de julio; el Rototom, del 16 al 22 de agosto de agosto; y el Benicàssim Electrònic Festival (BEF), que suele celebrarse a finales de agosto o principios de septiembre, pero que todavía no ha anunciado sus fechas. Además, la localidad también acoge otras propuestas, como el de flamenco, en abril; o el de blues, en junio, pero que en este caso se celebran en escenarios por calles y plazas del casco urbano.

Marqués explicó que septiembre suele ser un periodo «complicado»: «Ya tenemos la recreación histórica de la Belle Époque y las fiestas de Santo Tomás, pero quizás en breve tengamos noticias para el mes de octubre», dijo.

VARIEDAD DE EVENTOS // El consistorio busca que sea «un recinto polivalente y que acoja todo tipo de eventos», aunque la alcaldesa reconoció que si se realizan en meses como octubre, noviembre o febrero «van a tener que utilizar carpas». «Estamos abiertos a cualquier promotor que quiera realizar actividades que sean compatibles y que se adapten a la singularidad de Benicàssim», afirmó.

Además, la primera edila recalcó que el suelo no se ha expropiado solo para la celebración de dos o tres festivales, sino que quieren «dar cobertura a otros que contribuyan a desestacionalizar».

La adquisición definitiva de estos terrenos se producirá a finales de este mes, cuando el Ayuntamiento procederá a las actas de pago y ocupación de las parcelas, que pertenecen a más de una treintena de propietarios.

En el consistorio trabajan ahora en la redacción de un proyecto para remodelar el amplio recinto, modernizarlo y mejorarlo con infraestructuras fijas y comunes a todos los eventos.