El Ayuntamiento de Benicàssim refuerza estos días la revisión y los tratamientos para luchar contra los mosquitos, tras las últimas y fuertes lluvias. La concejala de Sanidad, Vanessa Batalla, estuvo durante la mañana de ayer supervisando personalmente los trabajos que se está llevando a cabo la empresa encargada de estas labores de fumigación. Unas tareas que se han ampliado a causa de las precipitaciones combinadas con las altas temperaturas.

De este modo, procedieron a la revisión de imbornales y alcorques, así como de las zonas susceptibles de albergar larvas del insecto. «El consistorio trabaja todo el año para combatir la plaga, pero su eficacia depende mucho de la climatología y también de la actuación que los vecinos realicen en sus propiedades privadas», manifestó la edila.

«Desde la concejalía ponemos énfasis en puntos húmedos, calles, imbornales o caminos, pero dentro de fincas o viviendas no podemos realizar los tratamientos, con lo cual, si existen focos de cría de dípteros, como pueden ser piscinas que no se hayan tratado o macetas que acumulen agua u otros recipientes similares, el mosquito anida allí y nuestra intervención deja de ser efectiva», subrayó Vanessa Batalla.

Además, recordó que el Ayuntamiento realiza una inversión de 40.000 euros anuales y trabaja en invierno y en verano, con una programación diseñada para atender las diferentes etapas.