El Ayuntamiento de Benicàssim ahorrará un millón de euros de las arcas municipales tras renegociar el convenio de la desaladora con Acuamed. La alcaldesa, Susana Marqués, dio a conocer ayer las modificaciones del acuerdo que obligaba al consistorio a pagar amortizaciones por la infraestructura ubicada en Orpesa.

«Lo pactado en el 2008 por parte del entonces tripartito condenaba a la administración local a afrontar unas exigencias que lastraban la economía municipal y perjudicaban gravemente a los vecinos. Tras las negociaciones, hemos logrado evitar abonos que considero que eran injustos con la ciudadanía y con el municipio», indicó la primera edila.

La munícipe recalcó que Cataluña y en otras comunidades autónomas, como Andalucía, este tipo de estaciones, construidas en la misma época, fueron costeadas íntegramente por el Gobierno. «A Castellón se nos castigó obligando a los ayuntamientos a asumir el coste de la amortización de la obra», puntualizó la popular.

Las nuevas directrices también reducirán gastos atribuidos al consistorio en concepto de gastos fijos del funcionamiento de la planta, como personal, energía, vehículos o mantenimiento, entre otros. Un aspecto que antes suponían 350.000 euros y pasa a ser de 75.000 euros al año.

«Estoy satisfecha con esta acción. Creo que las decenas de reuniones para reconsiderar aquel compromiso dañino y lesivo con Benicàssim han sido positivas», destacó Marqués. Ahora, el pleno deberá aprobar el nuevo texto, antes de la puesta en marcha de la desaladora de Orpesa, que prevén para el 30 de marzo.

PSPV // Justo ayer, el PSPV también abordó la situación de las desaladoras. El secretario general de los socialistas en Castellón, Ernest Blanch, reivindicó la activación de estos sistemas y solicitó que el Gobierno de España asuma los costes. «Hay que encontrar una fórmula idónea para colectivizar el uso del agua desalinizada de las plantas Cabanes-Orpesa y Moncofa-Xilxes», señaló.