Benicàssim cuenta con cuatro nuevos oasis de palmeras en sus playas tras el reciente trasplante de nueve ejemplares donados de Washingtonia filifera, una especie bastante poco habitual en paisajes mediterráneos, que se han ubicado en Els Terrers, junto al Eurosol, así como desde la zona del Voramar a la Almadrava.

La localidad dispone así, a lo largo de sus seis kilómetros de costa, de alrededor de 230 palmeras en la arena, según informan desde el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento, la gran mayoría --unas 220-- son Washingtonia robusta; y una decena, Phoenix dactylifera.

En cuanto a las filiferas, también llamadas Washingtonia de California, son de tronco grueso y más difíciles de ver en este entorno. Además, destacan por su altura, entre seis y ocho metros.

RIEGO LOCALIZADO // Con los trabajos realizados, se ha habilitado un sistema de riego localizado, puesto que es una especie que necesita mucha agua dulce para el continuo lavado de su sistema radicular, debido a la intrusión marina por su proximidad al mar, aunque toleran la salinidad.

Desde el área de Medio Ambiente explican que el trasplante se ha efectuado «en la mejor época del año, con el principio del calor; y así cuando suban más las temperaturas estarán asentadas en su espacio y enraizarán bien».

El concejal del área, Clemente Martín, destaca que de este modo «se amplían los oasis de las playas sin ningún coste para el Ayuntamiento, salvo en mantenimiento», puntualiza. Y añade que «los trabajos se han llevado a cabo por parte de la brigada municipal y la empresa de jardinería contratada por el consistorio».

Muy próximos a estos puntos, en los paseos marítimos del municipio, hay aproximadamente otras 400 palmeras, la mayoría de ellas, en este caso, datileras. En total, Benicàssim contabiliza cerca de 900 de este tipo de árboles en espacios públicos dentro del término municipal.