El Ayuntamiento de Benicàssim aprobó recientemente la adhesión al plan Edificant de la Generalitat, con la finalidad de que la Administración autonómica ejecute las mejoras necesarias en los centros formativos de la localidad. El edil del área, Javier Alonso, indicó que el consistorio «lleva demasiado tiempo siendo el único que da la cara ante la comunidad educativa en materia de puesta a punto y resolución de los problemas estructurales. Es el momento de que el conseller de Educación sea consecuente y haga las inversiones necesarias, pero no como brindis al sol, sino con compromisos firmes de que las va a ejecutar y, lo más importante, que las va a pagar».

El concejal añadió que desde las arcas municipales se han asumido medidas en estos espacios, a pesar de no ser de su competencia. Ahora, con el programa del Consell, los ayuntamientos pondrán recursos técnicos y económicos para agilizar los arreglos pendientes, con la voluntad de abonarlos cuando estén listos. «Desde el equipo de gobierno vamos a volver a darle una oportunidad y vamos a seguir rigurosamente el proceso para hacer realidad estas labores. Adelantaremos el dinero y haremos lo que haga falta con tal de que nuestros alumnos tengan los centros educativos que merecen», matizó.

AUDITORÍAS / Durante las últimas semanas, los tres centros públicos, los colegios Palmerar y Santa Àgueda y el instituto Violant de Casalduch, han realizado una auditoría interna sobre sus necesidades y han aprobado, mediante sus consejos escolares, el listado de las necesidades para cada uno de ellos. El responsable de la Concejalía insistió en que las aportaciones municipales «solo llegan hasta el mantenimiento, pero cualquier apuesta que suponga una inversión, aunque el Ayuntamiento tenga voluntad de hacerla, no se puede ejecutar sin el reconocimiento de que son asuntos impropios. Nos sumamos a la iniciativa para que Conselleria pague lo que le corresponde».