Benicàssim afrontó ayer el penúltimo día de sus fiestas, aún con la resaca de las multitudinarias Paellas en el cuerpo, con una cargada agenda festiva que aunó deporte, actos taurinos y, sobre todo, disfraces de todo tipo.

El público disfrutó también de la primera prueba dentro de la IV edición de la Liga Canicross Castellón. Los deportistas, junto a sus canes, recorrieron una distancia total de 6.3 kilómetros, con la salida y la meta situada en la calle Santo Tomás. Al mediodía, los niños participaron en juegos y castillos hinchables.

Mientras, los aficionados taurinos asistieron a un nuevo encierro por el paseo Pérez Bayer, que corrieron reses de la ganadería de Jaime Tárrega Lucas, con la posterior prueba de vaquillas en la plaza antes de comer. Por la tarde, el ambiente volvió al coso con un desafío entre los hierros de Daniel Machancoses y Raúl y Carlos Belda Hermanos Cali. Además, después, embolaron un toro de Iván Miró Bous la Ribera.

Por otro lado, la Asociación La Carta Daurada organizó el III Torneo de La Falla Calavera. Y también por la tarde tuvo lugar el desfile de disfraces infantil, que quedó suspendido y aplazado el pasado domingo a causa de las fuertes lluvias. Además, los jóvenes celebraron su jornada grande de los disfraces, con un desfile con charanga en una noche animada por la orquesta Centauro.

Las fiestas terminan hoy con el último encierro y desafío taurino y el tradicional correfoc.