Los jóvenes de Benicàssim vivieron ayer el día grande de las peñas con una jornada intensa que arrancó con un multitudinario y animado pasacalle, que cruzó el centro del casco urbano al ritmo de una charanga. Después, ya en el recinto ferial, disfrutaron de una paella ofrecida por la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento en una comida de hermandad.

Por la tarde, la celebración se trasladó al recinto taurino, donde los jóvenes participaron en uno de los actos más divertidos y aclamados del programa, el Gran Prix. Los más atrevidos tuvieron que superar las pruebas dentro de la plaza, así como esquivar a las vaquillas, aunque fueron inevitables algunos revolcones.

A la entretenida jornada no faltaron la reina infantil, Marina Pauner, y su corte de honor. Llegada la noche, las peñas cambiaron las camisetas y los vaqueros por sus mejores disfraces y acudieron al recinto para disfrutar del baile con la actuación de la orquesta Centauro, «que fue demandada por las peñas», según explicó el concejal Arturo Martí.

Los festejos de Santo Tomás encaran ya su recta final. La programación seguirá hoy con bous al carrer, con un encierro que correrán los astados del hierro de Alberto Garrido, la exhibición taurina de la tarde, con vaquillas, y toro embolado por la noche.

A mediodía se realizará una misa en honor a los mayores de 80 años en la iglesia y, a continuación, habrá una comida de hermandad en el pabellón.

Por la tarde, se celebrará la primera carrera de Autos Locos de miembros de las peñas, un pasacalle y la Trobada Folklórica.