El ambiente por Sant Antoni ya se sentía ayer en las calles de Benicàssim. Por un lado, con las coquetas. En el horno de la Panadería José María se procedía a la elaboración de las primeras 6.000 o 7.000 coquetas que distribuirá el municipio el próximo sábado, durante uno de los actos más tradicionales de estas fiestas, que arranca el viernes y que se celebra hasta el 24 de enero.

Los panaderos comenzaron ayer la laboriosa confección de los cerca de 22.000 dulces típicos en una jornada inaugural que contó con la colaboración de las reinas y damas de las fiestas, así como de la alcaldesa, Susana Marqués; y el edil de Fiestas, Arturo Martí, que se pudieron manos a la masa. Los trabajos a contrarreloj continúan estos días en esta panadería de la calle Bayer, que tomó el relevo de la tradición el pasado año.

FIESTA PROVINCIAL // Y, por otro, las paellas, fiesta de Interés Turístico Provincial que nadie se quiere perder. Si el esperado reparto oficial de los sitios para cocinar durante el multitudinario día en la calle comenzará hoy, a las 8.00 horas, el sábado a medianoche ya aguardaban la cola los primeros. Lo que hizo que los cuatro edificios públicos habilitados para la distribución de los tíquets abrieran anticipadamente sus puertas para evitar que los vecinos pasaran la noche al aire libre.

A partir de las 23.00 horas del sábado ya estaban los más previsores esperando en la entrada de estos espacios, situados en el Espai de la Música Mestre Vila, la Garrofera, el Casal Jove o el centro de formación Josep Barberà i Ceprià, según explicó Manolo Palazón, unos de los voluntarios de la Comisión de Paellas. Se trata de una agrupación compuesta por unos 12 vecinos que colabora en la organización de la jornada y que se encarga de la elaboración de una lista, para reservar el orden de los que llegan. H